Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://elijahqsru282474.activablog.com/37646478/el-cabezazo-que-marcó-la-final-más-polémica