Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://jakubegis634789.topbloghub.com/45012362/la-historia-detrás-del-cabezazo-de-zidane-a-materazzi